A lo largo de toda la existencia de la psicología como ciencia, los científicos están tratando de encontrar una respuesta confiable a la pregunta: "¿Qué hace que una persona se suicide?". Por lo tanto, cualquier señal que indique a las personas acerca de la ocurrencia de un problema similar a su ser querido o amigo no debe ignorarse para evitar un resultado trágico.
Le presentamos 10 manifestaciones de estado de ánimo suicida, reconociendo que puede salvar la vida de alguien.
10. Pérdida de energía previamente inherente.
La apatía, la indiferencia a todo lo que sucede indica una pérdida de interés en la vida. Una persona sujeta a pensamientos suicidas no ve el punto de malgastar su energía en el logro de algunos objetivos. Un signo similar indica la presencia de depresión, porque es precisamente por esta condición patológica que son características una pérdida de fuerza y una sensación constante de fatiga, a pesar de que una persona prácticamente no hace nada.
9. Autocrítica excesiva o culpa constante
Una persona está constantemente obsesionada por los pensamientos sobre su propia bancarrota, la falta de talentos o la incapacidad para mostrarlos. De esto hay un sentimiento persistente de inferioridad personal en comparación con los demás.
Esta condición es muy dañina para la sociabilidad, razón por la cual los problemas comienzan a comunicarse con las personas que lo rodean. Sintiéndose peor que otros, una persona trata de distanciarse lo más posible de su entorno habitual, literalmente conduciéndose a un "caparazón" formado por complejos y miedos exagerados.
8. Trastornos persistentes del sueño y del apetito.
Una persona sujeta a pensamientos suicidas puede ser perseguida por pesadillas en las que ve imágenes aterradoras de cualquier cataclismo global, catástrofes a gran escala con la muerte de una gran cantidad de personas, algunos monstruos fantásticos, etc. Las emociones negativas brillantes experimentadas en un sueño no permiten para él sentirse completamente descansado. Se acumula una sensación de fatiga, lo que agrava un estado psicológico ya difícil.
La pérdida de apetito se asocia con una falta de interés en todo lo que sucede. Un estado psicoemocional reprimido prolongado provoca la depresión de todos los sentidos, por lo que una persona no puede sentir agudamente, por ejemplo, el agradable aroma de ningún plato o experimentar el placer de comer una comida deliciosa.
7. Miedo, ansiedad y agresión.
Entre los principales signos del trastorno depresivo se encuentran la ansiedad y la ansiedad inexplicables, que antes no eran características de una persona en particular. Esta forma de depresión es mucho más probable que otras al suicidio. En este caso, el sistema nervioso está constantemente en tensión, una persona se cansa muy rápido, por lo que decide quitarse la vida, ya que no ve otra forma de cambiar la situación.
6. Problemas de salud a largo plazo.
Cuando una persona se ve obligada a librar una lucha larga y dolorosa con una enfermedad grave, separándose del sufrimiento prolongado, es posible que finalmente desee suicidarse. Además, la razón de la aparición de tales pensamientos puede ser un diagnóstico difícil, excluyendo la posibilidad de una curación completa. Por ejemplo, hay casos frecuentes en los que las personas, al enterarse de que son portadoras de la infección por el VIH o que padecen un cáncer incurable, se quitan la vida y no quieren participar en una batalla desigual con la enfermedad.
Además, la causa de los pensamientos de suicidio puede ser una enfermedad o un trauma que perjudica significativamente la calidad de vida de una persona (pérdida de audición o visión, movilidad disminuida, dolor constante, pérdida de memoria o problemas de salud mental).
5. Hablar sobre el suicidio y buscar información en Internet sobre este tema.
Una persona propensa a sentimientos suicidas de una forma u otra traduce cualquier conversación sobre el tema del suicidio. Él abierta o secretamente muestra un interés poco saludable en todo lo que se relaciona con los métodos de represalia contra sí mismo. Quizás en casa mantendrá libros con temas relevantes, visitará recursos en línea para aquellos que quieran quitarse la vida (desafortunadamente, hay muchos de ellos) y se unirá a comunidades virtuales, encontrando allí personas de ideas afines. Si notó alguno de los signos enumerados en su ser querido, esta es una razón suficiente para comenzar a hacer sonar la alarma.
4. Compra de lesiones personales.
Según las estadísticas, la propia arma militar de una persona aumenta la amenaza de suicidio en 10 veces. Con él, se intentan aproximadamente el 10% de todos los suicidios. Además, con mayor frecuencia de esta manera, los representantes de la mitad fuerte de la humanidad con mayor frecuencia se suicidan.
3. Uso de alcohol o drogas.
La presencia de cualquier dependencia indica la inestabilidad de la psique y la debilidad del individuo. Una persona que regularmente toma drogas narcóticas o alcohol tiene más probabilidades que otros de ser influenciada por otros, es mucho más fácil manipular a esas personas. Además, la exposición prolongada al cuerpo con opiáceos y otras sustancias que alteran la conciencia, inhibe el instinto de autoconservación y el miedo al dolor físico, por lo que estar en un estado de intoxicación o intoxicación es mucho más fácil de decidir sobre el suicidio.
2. Depresión
Desafortunadamente, incluso hoy en día, quedan personas que no consideran que la depresión es una enfermedad que necesita atención médica. De hecho, esta es una enfermedad bastante grave, con la cual es muy difícil para una persona hacer frente solo. Desafortunadamente, al no ver una salida de este estado y al no encontrar apoyo externo, muchas personas que sufren de depresión deciden quitarse la vida.
Los principales síntomas de la depresión son: mal humor durante mucho tiempo, abatimiento, pérdida de interés en el medio ambiente, ansiedad, fatiga crónica. Si nota que uno de sus familiares tiene una sintomatología similar, le recomendamos encarecidamente que busque ayuda de un especialista.
1. Intento de suicidio previo o ejemplo suicida
Los psicólogos dicen que si una persona tuvo suicidios entre sus parientes más cercanos, entonces está en riesgo, ya que la tendencia a la depresión puede ser hereditaria.
Si una persona ya ha tenido un intento fallido de suicidio en el pasado, entonces necesita la supervisión regular de un especialista, y un cambio brusco en su estado de ánimo debería preocupar a sus amigos y familiares.